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viernes, 8 de enero de 2010

reflexiones alienígenas

Las sociedades actuales se empeñan por demostrar la existencia de "algo" más allá de nosotros mismos. Puede ser que ese "algo" algunos lo llamen Dios mientras que otros se decantan más por la idea de seres extraterrestres.
Hoy en día existen gran cantidad de testimonios y documentos que afirman haber tenido encuentros con seres de otro planeta o incluso todos hemos visto la famosas fotos de campos con figuras extrañas quemadas en la hierba hechas en teoría por algún tipo de artefacto volador.

Está claro que si de verdad existe algo ahí fuera,visitarnos nos ha visitado pero la cuestión verdadera sería ¿es posible la existencia de algún planeta con condiciones capaces de crear y mantener vida inteligente? Para resolver dicha incógnita podemos utilizar la siempre recurrida imaginación pero un método más fiable seria la ciencia. Esa materia que siempre está ahí para resolver las dudas más dispares que se le pueda ocurrir al género humano.

Respecto a este tema nos podría sacar de dudas el científico Fernando J. Ballesteros quien explica, entre otras cosas, que contrariamente a lo que se cree existen más fuentes de energía, además del sol capaces de propiciar la vida humana como por ejemplo la energía geotermal por vulcanismo o incluso la fuerza de las mareas que además cumpliría el papel de la tectónica de placas.También que es probable que nos solo los materiales que existen en la tierra, es decir gases y demás sustancias,sean solo los únicos capaces de propiciar la vida ya sea humana o de
cualquier tipo. A raíz de todo este misterio sobre la existencia de seres más allá de las fronteras terrestres se ha demostrado que hace 4000 años en Marte existió agua líquida lo cual podría ser sinónimo de vida aunque eso todavía esta por demostrar.

A parte de este científico y unos pocos más como los creadores del proyecto SETI, este tema aún sigue siendo tabú para la ciencia. Muchos creen que es un desprestigio basar sus investigaciones en ello por lo que aún queda un largo camino por recorrer para poder descubrir si la idea que ha creado nuestra mente sobre la existencia de seres de otro planeta es cierta o solo un intento más de encontrarle sentido a nuestra realidad.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Absurdas idioteces

Absurdas situaciones, absurdas obligaciones, absurda rutina, en fin, absurdas idioteces. Absurdas idioteces, absurdas, pero siempre necesarias, porque sin ellas nos sentiríamos vacíos.

Aunque en ocasiones nos sintamos hartos de todo, nos agobiemos, deseemos que nos dejen en paz, que nos olviden, en el fondo sabemos que no es verdad. Porque cuando consigues, por fin, librarte de ello sientes un vacío en tu interior que no sabes cómo llenar, puedes llegar, incluso, a anhelar aquella rutina que maldecías cada mañana al despertar.

Y cuando menos te lo esperas, aparece un pequeño rayo de luz y, por pequeño que sea, te devuelve la ilusión. Una llamada de un amigo con el que hace siglos que no hablabas pero parece que no haya pasado el tiempo entre vosotros, descubrir a un admirador secreto o ese feeling que sientes cuando te presentan a una persona con la que conectas de inmediato y tienes la sensación de que es el principio de una bonita amistad.


Habrá días en los que sientas que puedes hasta volar, la felicidad te embriagará y no podrás deshacerte de esa sonrisa que se dibuja en tu cara; para ti todo será bonito porque ese día te sentirás la persona más feliz. Otros días, sin embargo, sentirás desde que despiertas la sensación de que nada va bien, sólo soñarás con acostarte de nuevo, con que mañana sea un día mejor. Al fin y al cabo, es inevitable, unos días te sentirás mejor, otros, peor.

Pero bueno, amigos, todo esto es el curso de la vida, que aunque intentemos analizarlo y creamos saberlo todo de él, lo bueno que tiene es que nunca dejará de sorprendernos.


lunes, 9 de noviembre de 2009

El verdadero lujo


Durante mucho tiempo el lujo fue sinónimo de la ostentación de ciertas clases sociales. Siempre se ha definido en términos materiales, pero hoy ese concepto ha cambiado y tiene más que ver con una forma de ver la vida. El lujo es más una experiencia, un estado de la mente; es tener tiempo para disfrutar de la familia
y los amigos o, sencillamente, la posibilidad de desconectar durante un rato. A mi parecer, en la actualidad el máximo lujo es desenchufar el móvil, lograr evadirse del e-mail y de las llamadas telefónicas que constantemente nos acechan y ponerte a leer un buen libro mientras bebes una taza de delicioso café recién hecho. Un lujo es el silencio en un mundo lleno de ruido, es espacio en una ciudad de aglomeraciones.

En esta época en que vivimos, sufrimos de la mala utilización del tiempo y esto se debe a que estamos en una cultura que no lo usa, sino que abusa de él. Hacemos demasiadas cosas, no tenemos momentos de calma para asimilarlas y, de esta forma, pasamos por la vida volando. No hay peor cosa que pasar por la vida y no vivir, por lo que el tiempo será el lujo del futuro.
En ocasiones sentimos que algo nos falta, nos sentimos incompletos, y ese algo es la lentitud, la pausa; necesitamos vivir la vida y disfrutarla en vez de convertirla en una carrera a contrarreloj. Pero tener tiempo para estar a solas con uno mismo, a solas con tus pensamientos, muchas veces parece algo inalcanzable, ya que en esta sociedad moderna la prisa lo domina todo, siempre tenemos algo que hacer. El lujo será encontrar ese momento para relajarnos, para evadirnos de todo y disfrutar de la tranquilidad, para poder, simplemente, disfrutar de un bonito atardecer.



Por otra parte, conocer gente interesante también puede considerarse un lujo, y mucho más accesible de lo que la gente suele pensar. Cuando se habla de personas fascinantes, tendemos a pensar en personajes famosos, que hayan realizado grandes hazañas históricas, con los que probablemente nunca llegaremos a coincidir. Pero no me refiero a eso, sino a valorar a aquellos que te rodean cada día y escucharles, porque de esta forma tal vez descubras que sus vidas anónimas son mucho más atractivas de lo que jamás llegaste a imaginar. Este es un error en el que incurrimos a diario con nuestros mayores, no los escuchamos; y el relato de sus vidas, aunque a veces pensemos lo contrario, puede resultar mágico. La sabiduría que acumula la experiencia de toda una vida es algo inestimable que debemos apreciar ahora, puesto que llegará un momento en que sus consejos y sus relatos ya no estarán a nuestro alcance. Mientras que si los valoras hoy, si los escuchas, te acompañarán toda la vida en tus recuerdos, allá a donde vayas: este sí que es un lujo que no tiene precio.



En definitiva, el verdadero lujo se halla en las cosas simples de la vida: divertirnos y pasarlo bien son unos de los mayores placeres que podemos permitirnos desde siempre, dibujar una sonrisa es muy fácil y está al alcance de todos; no olvidemos que los adultos también pueden jugar, no es sólo cosa de niños. Además, ser curiosos y estar abiertos a aprender cosas nuevas no tiene edad; es una buena filosofía de vida que todos deberíamos seguir.