miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿Jugando a educar?

El sistema educativo español está sostenido dificultosamente por una ley que, desde el comienzo de la Transición, hace ya 30 años, ha ido cambiando de nombre y de contenido mediante sustanciales reformas, enmiendas y modificaciones: LOECE, LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE, LOE… demasiados nombres para una misma cosa. Muchos cambios y, total, para venir a ser lo mismo. Esta ley, tras pasar por tantas manos, ha perdido toda credibilidad y nos ha llevado a la cola de la UE en materia educativa.

Se pone patas arriba lo acordado en la anterior legislatura. Aparecen ideas innovadoras que aportan pobres resultados. Cambian los gobiernos y aparecen nuevos criterios educativos que auguran una nueva época. Pero todo queda en palabras, ya que pese a todos estos cambios legislativos no se han alcanzado varias cuestiones básicas para cualquier sistema educativo: estabilidad de los modelos y una financiación adecuada.

Frente a todo esto, se levanta una dura realidad: masificación, clases impartidas en barracones, miles de alumnos intentando recuperar en septiembre asignaturas pendientes en el tiempo récord de tres días, corrección apresurada de exámenes… Todo esto sin hablar del acoso, el fracaso en las notas o el absentismo, presentes en el día a día de los centros.



Por una parte, los partidos políticos utilizan el debate sobre la escuela para dar rienda suelta a la confrontación partidista. Es preciso que los políticos dejen de utilizar la escuela como campo de batalla, abandonen sus enfrentadas posiciones ideológicas sobre el modelo educativo a implantar y se centren en “salvar” consensuada y conjuntamente la enseñanza. Más que discutir sobre Religión o Humanidades, urge solucionar las deficiencias y atender a las carencias y necesidades de los centros educativos. La inversión pública en educación es insuficiente. Se trata de invertir más -allá donde hay mayores necesidades- y, sobre todo, de invertir mejor.

Por otra parte, la escuela ha de ser un instrumento de socialización del conocimiento. Pero la socialización de la enseñanza no puede entenderse como igualación a la baja -principalmente forzada en centros públicos- que estrangule el fomento de la excelencia. La escuela debe ser un lugar abonado para el mérito, la excelencia y el esfuerzo intelectual, no para un igualitarismo que recorta las potencialidades de los alumnos mejor dotados.

Además, a la escuela hay que exigirle que cumpla su misión: favorecer e incentivar la adquisición de conocimientos. Pero no se le puede cargar con responsabilidades que nunca pueden ser de su competencia. La educación empieza en casa. No podemos caer en el engaño de que la educación es tarea única y exclusiva del profesorado. Los niños deben acudir al colegio desayunados, duchados, peinados, vestidos y educados. Los padres no pueden pasar olímpicamente de esta responsabilidad.

Hablemos ahora de los profesores. Dejando de lado el hecho de que, como en cualquier oficio, los hay apasionadamente vocacionales y mínimamente cumplidores y que proliferan estos últimos, a muchos de ellos no les satisface ni lo de antes ni lo de ahora. Anhelan un término medio, un punto de equilibrio que nadie ha logrado aplicar. Dos épocas distintas, dos modelos opuestos. El de antaño, excesivamente severo y el actual, exageradamente permisivo. Hay que recuperar el papel del profesor como transmisor de valores y conocimientos; pues los maestros no son colegas de los alumnos, sino los adultos que deben conducirlos por la senda del saber y por el camino del respeto a las normas que hacen posible la convivencia. La autoridad del profesor en el aula es un principio básico sin el cual no puede funcionar la educación. No se trata de volver al autoritarismo de los tiempos pasados, cuando la dictadura tenía su reflejo en las aulas. Sino de eliminar las agresiones, los insultos y el más mínimo acoso al que en ocasiones se ven sometidos por sus alumnos y, aunque parezca mentira, también por los padres.

Por último, cabe recordar que la educación es un arte, no una tarea burocrática. Y, actualmente, la burocracia le ha ganado el terreno al arte de educar. Señores políticos, la educación no es ningún juego en el que cambiar las normas según convenga, empiecen a tomársela en serio.


Les recomiendo este vídeo
II Parte

lunes, 16 de noviembre de 2009

La televisón esta enferma

Nuestra televisión esta enferma, si señor, y no es porque le haya afectado la gripe A, como cabría esperar después de todo lo que nos han alarmado, no. La televisión padece un grave caso de absurdo mezclado con algo de ignorancia, una pizca de desfachatez y muchas ganas de ganar dinero del modo que sea y a costa de quien sea. Esta es la sensación que experimento después de observar detenidamente la, ahora más que nunca, caja tonta.

El ranking de lo inverosímil lo encabeza Telecinco, que no contentos con emitir contenidos tales como 'Sálvame', 'Mujeres y hombres y viceversa','La Noria' y demás programas de dicho estilo, ahora han decidido que su colaboradora estrella, Belén Esteban, esa mujer que en lugar de ir a la universidad a estudiar periodismo decidió que le saldría más rentable liarse con Jesulín, acompañada de el mísmisimo Jorge Javier Vazquez, sean quienes nos retransmitan las campanadas de final de año. Cuesta creer sí, pero así es.


No contentos con ello, le vuelven a dar cabida a individuos como Julián Muñoz. Se rumorea que el delincuente, y le llamo así con todas las de la Ley, ha recibido 180.000 euros por la entrevista en Sálvame Deluxe del viernes por la noche. Lo más curioso del caso es que como ya se sabe no es la primera vez que aparece en televisión y en esta misma cadena, ya que nada más salir de la cárcel se embolsó 350.000 euros por la famosa no entrevista.

Además para que el personaje en cuestión pasara por plató, se llegó a un pacto de no agresión entre el aludido y Telecinco, de manera que se retiraron tres demandas interpuestas contra la cadena y se acordó un conveniente olvido a la hora de reclamarle la responsabilidad subsidiaria en otras presentadas contra periodistas por sus intervenciones en programas de la misma. La cadena de Mediaset también se relajaría en las informaciones sobre Julián Muñoz.

Pero no creáis que en esto esta sola Telecinco, la productora de AR, Cuarzo, y Antena 3 también intentó llevarse Julián Muñoz a su plató pero no lo consiguió. Sí, esta es otra cadena que también tiene lo suyo en cuanto a telebasura ya que cuenta en su programación con, entre otros, 'DEC' y el archiconocido 'El Diario'. No obstante, eso se merece otra entrada diferente a esta, ya que hoy mi indignación se dirige a Telecinco.

Termino tal y como he comenzado, la televisión esta enferma. Pero lo peor es que todavía no se conoce la fecha en la que pueda librarse de lo parásitos que viven en ella.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El verdadero lujo


Durante mucho tiempo el lujo fue sinónimo de la ostentación de ciertas clases sociales. Siempre se ha definido en términos materiales, pero hoy ese concepto ha cambiado y tiene más que ver con una forma de ver la vida. El lujo es más una experiencia, un estado de la mente; es tener tiempo para disfrutar de la familia
y los amigos o, sencillamente, la posibilidad de desconectar durante un rato. A mi parecer, en la actualidad el máximo lujo es desenchufar el móvil, lograr evadirse del e-mail y de las llamadas telefónicas que constantemente nos acechan y ponerte a leer un buen libro mientras bebes una taza de delicioso café recién hecho. Un lujo es el silencio en un mundo lleno de ruido, es espacio en una ciudad de aglomeraciones.

En esta época en que vivimos, sufrimos de la mala utilización del tiempo y esto se debe a que estamos en una cultura que no lo usa, sino que abusa de él. Hacemos demasiadas cosas, no tenemos momentos de calma para asimilarlas y, de esta forma, pasamos por la vida volando. No hay peor cosa que pasar por la vida y no vivir, por lo que el tiempo será el lujo del futuro.
En ocasiones sentimos que algo nos falta, nos sentimos incompletos, y ese algo es la lentitud, la pausa; necesitamos vivir la vida y disfrutarla en vez de convertirla en una carrera a contrarreloj. Pero tener tiempo para estar a solas con uno mismo, a solas con tus pensamientos, muchas veces parece algo inalcanzable, ya que en esta sociedad moderna la prisa lo domina todo, siempre tenemos algo que hacer. El lujo será encontrar ese momento para relajarnos, para evadirnos de todo y disfrutar de la tranquilidad, para poder, simplemente, disfrutar de un bonito atardecer.



Por otra parte, conocer gente interesante también puede considerarse un lujo, y mucho más accesible de lo que la gente suele pensar. Cuando se habla de personas fascinantes, tendemos a pensar en personajes famosos, que hayan realizado grandes hazañas históricas, con los que probablemente nunca llegaremos a coincidir. Pero no me refiero a eso, sino a valorar a aquellos que te rodean cada día y escucharles, porque de esta forma tal vez descubras que sus vidas anónimas son mucho más atractivas de lo que jamás llegaste a imaginar. Este es un error en el que incurrimos a diario con nuestros mayores, no los escuchamos; y el relato de sus vidas, aunque a veces pensemos lo contrario, puede resultar mágico. La sabiduría que acumula la experiencia de toda una vida es algo inestimable que debemos apreciar ahora, puesto que llegará un momento en que sus consejos y sus relatos ya no estarán a nuestro alcance. Mientras que si los valoras hoy, si los escuchas, te acompañarán toda la vida en tus recuerdos, allá a donde vayas: este sí que es un lujo que no tiene precio.



En definitiva, el verdadero lujo se halla en las cosas simples de la vida: divertirnos y pasarlo bien son unos de los mayores placeres que podemos permitirnos desde siempre, dibujar una sonrisa es muy fácil y está al alcance de todos; no olvidemos que los adultos también pueden jugar, no es sólo cosa de niños. Además, ser curiosos y estar abiertos a aprender cosas nuevas no tiene edad; es una buena filosofía de vida que todos deberíamos seguir.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El insalvable 'Sálvame'

Mireya Lázaro y Paula Civera.- Ya lo dice la canción que abre el programa, “por favor, sálvame”, pero es que no hay nadie capaz de salvar este despropósito que tanta audiencia consigue para la sorpresa de muchos. Los ingredientes son la Esteban en plena esencia, personajes del corazón de lo más variopintos, sensacionalismo y muchas ganas de hacer el payaso. Todo esto orquestado por un resanado Jorge Javier Vázquez, que parecía terminado después de que el programa que le hizo famoso, el célebre ‘Aquí hay tomate’, acabara, y que ha sabido resurgir de sus cenizas para ofrecer un nuevo espacio rosa con contenidos que dejan bastante que desear.

No todo el mundo apostaba por el éxito de esta propuesta para la sobremesa de Telecinco, pero pasmosamente se ha hecho con el control de la parrilla en esa franja horaria y encumbrado a J.J (cariñosamente), a lo más alto, pues ha recibido un Ondas al mejor presentador. Quien lo iba decir, viendo como manipula a los colaboradores cual marionetas. Les riñe, castiga, echa del programa e incluso obliga a bailar y cantar.

Además, cuenta con su propio alter ego, ‘Sálvame Deluxe’. Por si no tuviéramos suficiente con verlo a diario, los viernes tenemos la suerte de disfrutar de una doble sesión, tarde y noche. Si cabe, ésta es aún más absurda que el Sálvame original. Con eso de que “ya no estamos en horario infantil…”, hacer burradas, el cafre y soltar insultos parece que sea mucho más fácil. Y por supuesto, la estrella principal de este show, es, como saben, la magnífica Belén Esteban, que dejó su puesto de las mañanas junto a AR (Ana Rosa, pero poner las iniciales es más cool), para convertirse en la indiscutible reina de las tardes.
Ya saben, si quieren disfrutar del circo sin salir de casa, hagan palomitas, siéntense al sofá, y prepárese a deleitarse con televisión de calidad, contenidos de nivel y profesionales renombrados. Que podríamos esperar de una cadena que pertenece a Berlusconi.



Sólo nos queda decir, ¡arriba la Esteban!


Publicado originalmente en: www.uvalencia.info

lunes, 2 de noviembre de 2009

¿Un premio para el futuro?

Hasta hace poco creía que el Nobel de la Paz se entrega por una vida - o parte de ella- dedicada a la Paz y a la lucha por los demás. Sin embargo, la decisión de este año del Comité noruego encargado de dicha tarea ha pillado a todo el mundo por sorpresa, ya que con apenas nueve meses de mandato, el presidente Barack Obama ha sido galardonado con, ni más ni menos, que el Premio Nobel de la Paz. Decisión que viene repaldada con declaraciones como: 'Obama merece el Nobel "por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y cooperación entre los pueblos".



Por primera vez en la historia, un premio de tal calibre se entrega a una persona por lo que pueda hacer a lo largo de su vida o mandato y no por lo que haya logrado ya. Los miembros de la Academia sabrán todos los motivos que les han llevado a tal decisión pero yo nunca he oído que se entreguen premios , por ejemplo literarios, por la intención de escribir sin haber producido ningún tipo de material propio. Con esto no quiero decir que este en contra de Obama ni de lo que representa,ni mucho menos. No obstante, creo que semejante galardón no hará sino aumentar la presión sobre el líder mundial a la hora de tomar decisiones. Me pregunto que pasara por la cabeza del Premio Nobel de la Paz mientras envía un nuevo contingente de soldados a Afganistán para enfrentar a los insurgentes o mientras sus aviones militares no tripulados lanzan bombas a diestro y siniestro en 'las zonas en conflicto'.

Creo que la Academia no ha acertado en tal elección porque le han planteado a Barack una meta muy dura y a la vez lejana. No le han hecho un reconocimiento, le han metido en un compromiso, ya que como una de las primeras potencias mundiales, Estados Unidos tiene muchos frentes abiertos que no solo podrá subsanar con el diálogo y en los que nuestro premiado líder mundial se verá obligado a tomar decisiones no demasiado 'pacíficas'.

Solo nos queda esperar que Obama esté a la altura de las circunstancias y de sus predecesores galardonados como por ejemplo, por citar a uno comparativo, Martin Luther King, y sea capaz de no defraudar y conseguir - o al menos intentarlo- cambiar y mejorar el mundo en el que vivimos.

On my mind...

El plan establecido, no sé muy bien por qué hemos elegido este nombre para el blog, quizás se deba a que el que queríamos estaba ya ocupado y esta fue la opción que más llamó nuestra atención. Lo que si sé es la razón por la cual hemos elegido el título...on my mind there's a thing that i can't explain... Para muchos puede que no tenga ningún significado, pero para nosotras, a parte de ser una canción perfecta de un grupo sublime (Sunday drivers) explica como podemos sentirnos a veces, cuando queremos expresar lo que sentimos, lo que pasa por nuestra cabeza, y no encontramos palabras adecuadas, ¿quién no se ha sentido así alguna vez?.
Este blog esta creado sencillamente con ese fin, plasmar nuestras opiniones e inquietudes, dejando simplemente fluir nuestros pensamientos sobre el teclado.
Quizás escribir sea la mejor forma que poseemos para expresarnos e intentaremos demostrarlo lo mejor posible.